Imágenes perfectas con el mejor trípode para uso fotográfico
Para todos aquellos apasionados por la fotografía, el caballete o trípode fotográfico es el mejor accesorio jamás inventado.
Incluso si hoy en día, gracias a los últimos modelos de cámaras digitales, es bastante fácil tomar imágenes claras, ocurre con mayor o menor frecuencia que determinadas escenas, no solo en condiciones de poca luz, se “desenfocan”.
Un buen trípode es esencial para tomar fotografías nítidas; un soporte estable es muy importante, especialmente para paisajes, flora y macro.
El trípode elimina eficazmente la interferencia debida a los movimientos de la mano y le permite componer cuidadosamente la fotografía; Además, es de gran ayuda en caso de que esté montando teleobjetivos pesados como 400 f / 2.8, 500 f / 4 o 600 f / 4.
No existe un trípode adecuado para todos, pero debe considerar los modelos que satisfacen sus necesidades específicas. Además, el rendimiento más relevante debe evaluarse en función de las características de su cámara.
Aunque no sea necesario gastar cantidades exageradas, es recomendable evitar comprar trípodes súper baratos que quizás se encuentren en los supermercados. De hecho, pueden tener patas delgadas, una cabeza fija y poco versátil… y al final resultan prácticamente inútiles.
Cómo usarlo
Se emplean trípodespara tomar fotografías fijas y en movimiento, a fin de evitar el movimiento de la microcámara. Son indispensables cuando se toman exposiciones a baja velocidad o cuando se utilizan lentes de distancia focal extrema cuyas velocidades de obturación son muy rápidas: por eso el trípode también es útil en condiciones de luz normales, y no solo cuando es pobre.
Un trípode también es un soporte válido cuando es necesario realizar un encuadre preciso de la imagen o cuando se trata de repetir varias imágenes de una misma escena en distintos momentos
Si necesita un trípode de viaje, la principal prerrogativa es que sea compacto y posiblemente ligero. Los amantes de las vistas y el transporte no es un problema pueden optar por un modelo robusto, diseñado para garantizar la máxima estabilidad.
Aquellos que, además de fotografiar, también les guste dedicarse a la filmación de vídeos, pueden optar por un trípode de tres secciones equipándolo con un cabezal de tres vías, para utilizarlo fácilmente en ambas aplicaciones.
Cualquiera que sea la elección final, una cosa es segura: con el mejor trípode fotográfico no corre el riesgo de tener que borrar fotos debido al movimiento de la cámara.
Diferentes tipos para todos los usos
Los trípodes no son todos iguales. Están las diseñadas para la grabación de vídeo y las específicas para fotografía.
Los modelos fotográficos se distinguen a su vez por el número de secciones, por tipo de material y por tipo de cabezal.
A veces, algunos modelos se comercializan en variantes específicas con tres o cuatro secciones (hay marcas que también suministran dos secciones).
Las secciones no son más que la cantidad de piezas o extensiones de las que se compone cada pata del trípode y que permite compactar el accesorio. Un trípode de cuatro secciones es generalmente menos voluminoso que un trípode de tres secciones e incluso menos que uno de dos secciones.
Esto significa, en la práctica, que un caballete de dos metros formado por dos secciones, una vez plegado, puede ocupar un metro de longitud (una sección dentro de la otra). Si se compone de cuatro tramos, se puede compactar en aproximadamente medio metro.
Sin embargo, también debe tenerse en cuenta que un trípode es más estable si está menos «roto» en su estructura. Por lo tanto, un trípode de tres secciones será más estable que uno de cuatro secciones y podrá amortiguar mejor las vibraciones.
La segunda característica más obvia que diferencia a los trípodes es el tipo de material del que están hechos. El modelo clásico en aluminio se puede utilizar en todas las circunstancias; el de fibra de carbono pesa mucho menos que el de aluminio, es más rígido pero cuesta mucho más. Por tanto, siempre debe encontrarse un buen compromiso entre estabilidad, portabilidad y… el presupuesto disponible.
Una tercera diferencia importante la marca la cabeza, que es el elemento que conecta la cámara al trípode: existen varios tipos de articulaciones que permiten encuadrar la escena para ser inmortalizada de la mejor manera.
Otro elemento a evaluar es el alcance máximo, es decir, el peso de la cámara que puede soportar el trípode. Incluso si la mayoría de los trípodes pueden soportar un peso mucho mayor que el declarado por el fabricante en las características técnicas, es bueno tener en cuenta que un peso excesivo puede comprometer la estabilidad.
Finalmente, la altura mínima y la altura máxima son importantes. La altura máxima debe ser de al menos 1,5 metros, pero la altura mínima es quizás incluso más importante, especialmente si tienes que hacer tomas macro. En caso de que necesites tener una altura mínima de 20-30 centímetros, debes optar por un modelo profesional.
Cómo elegir la cabeza adecuada
La cabeza es el elemento que te permite montar la cámara. A menudo está equipado con varios tipos de juntas para permitirle encuadrar la escena de la mejor manera. Con frecuencia, los trípodes se suministran en kits con un cabezal ya integrado como complemento; sin embargo, casi siempre es posible elegir la configuración.
Las cabezas pueden ser de tipo bola, de tres movimientos o de cremallera.
La pelota es la más común, especialmente en los kits, y es una buena opción para uso general; se caracteriza por una articulación esférica que permite el movimiento de todos los ejes de rotación desde un solo punto. De este modo, la cámara se puede colocar rápidamente en la dirección de ángulo preferida.
Es el tipo de cabezal más versátil, que se puede utilizar para cualquier tema, desde paisajes hasta acción. Su principal inconveniente es que no siempre es fácil realizar ajustes realmente precisos.
El cabezal de tres movimientos se caracteriza por un sistema que, como su nombre indica, restringe el movimiento de la cámara a lo largo de tres ejes distintos: derecha o izquierda, arriba o abajo, con variación del ángulo de inclinación. Es decir, cada eje puede ser independiente del otro, porque cada movimiento corresponde a una palanca diferente.
El cabezal de cremallera es el tipo de cabezal más caro. Además de los movimientos estándar, te permite realizar microajustes. Generalmente cuenta con controles duales tanto para ajustes que no requieren una precisión particular como para los de tipo micrométrico.
El cabezal del bastidor le permite realizar una toma más precisa, que es ideal especialmente para quienes toman fotografías de arquitectura e interiores, y es la mejor para tomas macro. La desventaja no es solo económica sino que también viene dada por el volumen y peso de este componente.
Monopie
El monopié es una alternativa al trípode. Está compuesto, como su nombre indica, por una sola pata telescópica.
Si opta por utilizar el monopié, debe mantener constantemente la máquina en su lugar. Sin embargo, este tipo de stand favorece un mayor control del equipo, al mismo tiempo que aligera su peso. Por tanto, puede ofrecer algunos de los beneficios estabilizadores de un trípode.
Entre sus peculiaridades, la de garantizar una mayor rapidez de uso y optimizar el transporte. Su desventaja, por supuesto, es que no es completamente autosuficiente.
Trípodes fijos
Si necesita tomar fotografías particulares desde abajo, puede utilizar modelos de trípode cortos equipados con patas de longitud fija.
Generalmente son versiones de sobremesa, ideales para combinar con cámaras compactas pero también con smartphones. Estos trípodes se pueden sostener con las patas cerradas para una grabación de video más cómoda.
Aunque aparentemente uno pueda pensar que es un juguete, en realidad no lo es en absoluto. Además. También pueden montar una rótula para asegurar el movimiento de la cámara.
Trípodes de viaje
Un trípode de viaje se guarda fácilmente en una bolsa de cámara, equipaje de mano para llevar en el avión o mochila.
Ligero y compacto, es la solución ideal para senderistas, amantes de los safaris fotográficos y la fotografía de naturaleza, fotoperiodistas… y para cualquiera que viaje distancias bastante largas con una bolsa de cámara al hombro.
Generalmente hecho de aluminio o fibra de carbono, puede pesar incluso menos de un kilogramo. Entre las funciones destacadas que se encuentran en los modelos más avanzados, está la de garantizar la máxima estabilidad incluso en condiciones de viento.
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